Follemos

Follemos hasta el amanecer,
bebamos hasta quedar exhaustos,
fumemos hasta ahogarnos.
Hagamos lo que nos gusta.

Tomemos la vida como eso,
solamente un juego en el que
el ganador y el perdedor
no se diferencian en nada.

Fumemos marihuana hoy,
escuchemos reggae en la playa,
fumemos toda esta rama
y prendamos los deseos.

Seamos quienes somos y
unamos nuestra fuerza
espiritual para provocar
una revolución pacífica.

Seamos aire, agua,
fuego y tierra.
Seamos la creación
y hagamos que haya futuro.

Hoy seremos nosotros,
los futuros creadores
de un sistema atípico,
vivamos una utopía.

Vivamos en el rincón perfecto,
para demostrar que somos
capaces de cambiar el mundo
pacífica y perfectamente.

Vaya mundo de locos,
hipocresía manda aquí.
Vaya mundo enfermo,
en el que una planta es ilegal.

Cuando poderosos consumen
drogas duras y ganan con
drogas blandas tales como
tabaco y alcohol.

Yo me bajo en mi mundo,
y te invito a entrar conmigo,
porque aquí no hay reyes
ni poderosos, todos somos iguales.

Ayer, hoy y mañana

Ayer fue uno de esos días
en los que estaba feliz porque sí,
sin pensar en el porque de nada
simplemente estaba aquí, viviendo.

Hoy puede que esté,
como siempre bien solamente.
Mañana no sé como estaré
si aquí o viviendo debajo del puente.

La vida es eso, solo imaginación,
pero es una imaginación tan real
que me da miedo abandonarla
para dejarle espacio a otro.

Que egoísta por mi parte,
quiero aprovechar este momento,
no abandonar esta penumbra,
quiero poner la cara al viento.

Otros deberían temernos,
y no nosotros a ellos.
La sociedad es otro punto aparte
en el que las diferencias matan.

Vaya mundo de locos, dijo el cuerdo.
Vaya pena de mundo, dijo el alegre.
Vaya sociedad, dijo el antisocial.
Vaya con la vida, dijo el poeta.

Quien quiera que se quede
que así seremos más y mejor.
Hasta ayer pensaba así, pero hoy,
vi muchos casos de futuros cobardes.

Juguemos con las palabras y su estructura
y entonces descubriremos la belleza,
una belleza que va más allá de metáforas.
Te estoy hablando de la vida misma.

De componer canciones con poemas
rotos de un pasado gris y vacío,
de vida de afortunado sintiendo
la pena de un mendigo pobre y solo.

Ayer era la tristeza la que jugaba,
hoy puedo decir que es la felicidad
la que juega sintiendo la curiosidad
de que pasará mañana, el destino dirá.

Ser poeta

Bajo las escaleras
en busca de frases
que me digan
que sigues junto a mi.

Subo por el ascensor
puesto que voy
puesto de esperanzas
y no puesto de amor.

Puesto de psicotrópicos,
mentales y ralladas
que por la noche
no me dejan dormir.

Suena típico, atípico,
suena la voz gritando
por unos derechos
que le arrebataron.

Ay poeta,
que desilusión.
Ay poeta,
que confusión.

No se hablar de nada,
sabiendo de todo un poco.
No sé nada de nada,
y tu amigo, tampoco.

El mundo se desvía,
pues yo cambio con él
para que el cambio oportuno,
no me pise los pies.

Un buen cambio
es necesario y justo,
Una mala dirección
puede joder a muchos.

No joderá a bancos,
ni a banqueros forrados
o políticos corruptos,
que están por estar.

Ay poeta,
que desilusión.
Ay poeta,
que confusión.

Que si quieres gobernar
y estar solo para cobrar,
no digas que es justo
y que los demás lo hacen mal.

Me he sentido abandonado,
solo, vacío y sigo vivo,
y más feliz que antes con
guitarra y gritos, así vivo.

Me alejaré de los males,
los malos, y lo negativo.
Lo negativo volverá
y sé que no estaré ahí.

Me considero afortunado
pero pobre afortunado,
que no tiene dinero
ni lo pide bajo mano.

Ay poeta,
que desilusión.
Ay poeta,
que confusión.

Hoy no.

Estoy hasta los huevos de ti
hasta las mismas narices
de aguantar tu chiquilladas
y tu falta de conocimiento.

Eras la cría que quise tener,
por la que no dormía y
por la que tampoco comía,
ahora sólo eres una más.

Hoy no cariño mío,
hoy no pienso perder
el tiempo que tengo
contigo, no, amor mío.

Escucharé a cantautores,
escucharé las marchas
republicanas de la guerra,
pero hoy no te voy a escuchar a ti.

No te quiero escuchar más,
no para que me digan 
que mi vida me critica
a las espaldas de este amor ciego.

Hoy realidad me llamó
y me dijo que eras falsa,
y que tu sonrisa desapareció
en el momento que todo acabó.

En el momento del final del viaje
aprendí que podía amar.
En este momento recapacito
y sé que todo es mentira.

Pero del error se aprende,
y hoy aprendí que es más sabio
quien más ha vivido, y más aún
quien supo aprender del error.

Experiencia.

Mis más sinceras gracias
he de dar a mis amigos,
mis más sinceras gracias
he de dar al que vino.

Mi más sincero desprecio
he de dar a quién no estuvo,
mi más sincero desprecio
al que estuvo y no acudió.

He pasado por muchas cosas
unas más malas que otras.
A otras falta por recorrer
un camino largo y duro.

De nada me arrepiento
es cierto como la muerte.
Cosas cambiaría sin dudar,
pero no pienso regresar.

No por querer, ni por poder.
Mas no quiero volver
para cometer el mismo error.
Ya aprendí bastante del dolor.

Para mi persona fue bastante
que la mujer a la que quiso
hoy ni la salude cuando
pasa por delante.

Falsa historia inacabada,

Bien, ¿y que pasa conmigo?
Lo pregunto cada día.
¿A quién? Pues ni yo lo sé,
dejé capítulo en blanco.

Dejé de pensar, actué.
¿Dejé de sufrir? Si, pero.
Pero la suerte no fue mía,
tal vez no ahora ¿después?

Después descansaremos
tanto tú como yo es, verdad.
Pues tu sonrisa no sonríe
desde que me alejé de ti.

Ya no busco rimas ni prosas,
al menos hasta ahora
que los vientos cesaron
y se fueron a dormir.

Y si escribo no es por ti,
si no por mi afán de seguir.
De seguir vivo en mí,
y vivo en tu interior.

Me da igual si llegas a ver
estas lineas, que sin querer
escribo con tu nombre,
con tu nombre que, que no se.

No se si escribirte o sentir,
tu aroma penetrante
a vainilla silvestre
que dejaste en mí.

No recuerdo bien como fue,
si en tu casa, en mi casa,
en mensaje o en llamada,
cuando te dejé de ver.

De verte como eras o de
imaginarte como yo
querría que fueras
ante mis ojos de poeta.

Falsas esperanzas cayeron
en las manos equivocadas,
tus manos hoy vacías
no tocarán más mi piel.

De nadie fue la culpa
ni mía ni tuya, no.
De nadie con conciencia
para amar a este predicador.

Estúpido predicador
que dejó pasar la ocasión,
de besar los labios
del deseo y la pasión.

No quiero más rimas,
más prosas, más versos,
más relatos acabados
en un posible solfeo.

Que acaben en melodía,
de algún amigo despistado
por tanto beso imaginado.
Por tantas experiencias.

Falsa historia inacabada
para mi mente de idiota,
ya no quiero seguir ya que,
cada palabra suena a derrota.